2 DANZA Y EXPRESIÓN CORPORAL

La Danza y las Actividades Coreográfica en la Enseñanza

Deposito legal C-802/2001. ISBN 84-699-4973-X

 DANZA Y EXPRESIÓN CORPORAL 

La danza y las actividades coreográficas, encuentran sentido, como contenido de la educación, si consideramos su aspecto expresivo.

La danza nos sugiere la idea de expresión corporal y comunicación a través del cuerpo. Pero no debemos concebir esta expresión corporal solamente como un lenguaje de simbología cultural o de habilidad motriz. La actitud corporal y el cuerpo en movimiento, dicen cosas de nosotros mismos, por lo que podemos interpretar la expresión como una cualidad, cuyo conocimiento, nos debe ayudar a conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás. La expresión corporal y la danza, como actividad educativa, ponen de manifiesto lo que sentimos, las sensaciones que recibimos a través del cuerpo y nuestro estado de ánimo. Esta relación expresión–danza resulta beneficiosa para reconocer el valor educativo de las actividades que se realicen alrededor de la danza, nos permite intervenir en el desarrollo de la personalidad y abrir un camino hacia la creatividad.

La expresión corporal y la danza, incluyen los siguientes aspectos del comportamiento:

- Hábitos perceptivos.

- Sensibilidad hacia los sentimientos y emociones.

- Desarrollo del cuerpo y de la actitud corporal como instrumentos expresivos.

Esto es, las actividades expresivas y la danza son procesos educativos en los que somos conscientes y sensibles a nuestras reacciones corporales a los estímulos que percibimos, a los sentimientos y afectos que forman parten de nuestras vivencias y a las distintas maneras de manifestarnos por medio del movimiento.

Esta forma de entender la expresión corporal y la danza, configuran una forma de la educación física en la que debe estar siempre presente la participación del alumno, con sus vivencias, sentimientos y emociones y su forma peculiar de percibir su entorno, las consignas del profesor y la dinámica del grupo en el que participa. Además, debemos ser conscientes de que nos movemos en un ámbito, en el que la manifestación de habilidades debe ser un descubrimiento de los propios alumnos y no un aprendizaje de estereotipos o profesional, ya que nos movemos en dirección al reconocimiento de la propia conducta expresiva y de la creatividad.

Para una actividad que en la escuela con frecuencia se ha nutrido de coreografías de fin de curso, bailes regionales y de salón y cuya única manifestación social es la que podemos ver en el ámbito de la música y la danza comercial, buscar el sentido original de la danza para que sea una actividad divertida o mágica, en cualquier caso, una manifestación de la personalidad, es un desafío realmente atractivo.