Calcio J.E. Constain

A destiempo, contratiempos, pasatiempos y récords

En el siglo XVI, y también antes y después, no se medía el tiempo de juego. Por ejemplo, un partido de Calcio podía durar hasta que un equipo acabara con todos los jugadores del equipo contrario o hasta que no vieran porque era de noche. Y aun así ¿quién decía que no se veía lo suficiente? ¡Pues yo veo! diría el que iba perdiendo por poco. En la novela ¡Calcio! De Juan Esteban Constaín el partido entre los florentinos y las huestes de Carlos V termina porque tienen que seguir la guerra. Parece un chiste de Gila.

Cuando yo era más pequeño, perdía el partido quien se retirase antes. Por ejemplo, si venía la mamá de Manolito y le cogía por la oreja ¡anda so ganso, que tienes que hacer recados! Manolito perdía el juego, aunque hasta ese momento fuera ganando.

Ahora no hay deporte que no sea deudor de la medida del tiempo. En eso se parece mucho al trabajo: si no anotas dentro del tiempo no vale; no sale en la televisión y no pagan por ello. Y luego está lo del récor. Antiguamente ganaba quien llegaba antes que los demás o derribaba a más contrincantes. Ahora se puede ganar a los demás sin que estén los demás. Solo porque el cronómetro lo dice. Antiguamente no había récords porque no había cronómetros con décimas y milésimas. ¿Cuánta gente sería la campeona del mundo si solo se contara en segundos? Hay un reloj en la Puerta del Reloj de la catedral de Toledo que solo cuenta en horas.

El récord cambia mucho la forma de hacer deporte porque uno puede competir contra el crono, que a mí parece que es como hacerse una paja. Está bien pero no es lo mismo. Los griegos no tenían récords, el que ganaba era el mejor. Los romanos eran más expeditivos, si acababas sin cabeza habías perdido.

Mientras me lío yo solo con esto del tiempo, estoy pensando en el jugador que lanza la pelota a la canasta después de la bocina ¡fuera del tiempo! En el deporte se puede estar fuera del tiempo. Si Einstein llega a saberlo.

Creo que volveré sobre este tema, pero en realidad, lo que quería decir es que ahora mi tiempo no tiene que ver con el rendimiento y estoy hecho un lío redescubriendo la vida y el juego. Comprobando si lo que haces libre, a espaldas del tiempo, vale para algo. Tanto como escribir esto.

¡Calcio! Juan Esteban Constaín (Seix Barral 2012)